El Aneros Helix Syn V es un masajeador de próstata ideal para principiantes, ya que es bastante fácil de insertar gracias a su delgado eje.
Puedes utilizar este juguete sexual en la ducha para obtener un poco más de diversión y enjuagarlo con agua para una limpieza cómoda y fácil.
Puedes conseguir fácilmente cerca de tres horas de funcionamiento con este juguete sexual que debería ser más que suficiente para quedar satisfecho, especialmente para los principiantes.
El juguete tiene muchos patrones de vibración entre los que elegir para que puedas disfrutar de una experiencia única.
El Helix Syn V es un juguete sexual notablemente silencioso que es casi imposible de escuchar desde otra habitación a través de las paredes o puertas cerradas.
Tiene un cargador magnético muy seguro que se mantiene en su lugar con firmeza una vez que está conectado.

5 razones para no comprar

El Helix Syn V sólo es resistente a las salpicaduras, lo que significa que no se puede utilizar el juguete en la bañera ni sumergirlo bajo el agua para limpiarlo.
Los controles te llevan desde una intensidad baja hasta vibraciones de alta intensidad muy rápidamente. No hay mucha libertad para controlar la intensidad de las vibraciones.
El control de este juguete sexual no es muy cómodo. Te ves obligado a pasar por tres velocidades de vibración y ocho patrones con un solo botón.
Sus armas laterales son un poco demasiado flexibles y no siempre proporcionan suficiente presión para satisfacer a todos los usuarios.
Se trata de un masajeador de próstata bastante delgado y compacto y puede no resultar lo suficientemente satisfactorio para los usuarios más experimentados.

Conclusión

El Helix Syn V es un masajeador de próstata de Aneros que probablemente se adapte a los principiantes por encima de todo. Es un juguete delgado que tiene bastantes modos de vibración para jugar. La inserción es fácil con este juguete y se mantiene en su lugar con bastante seguridad. Tiene una excelente duración de la batería y es fácil de limpiar. En el lado negativo, puede ser un poco molesto de controlar.