Surfer de Smile Makers tiene un diseño compacto y ergonómico que te permite utilizar el juguete cómodamente durante el coito con tu pareja para aumentar el placer.
También es la opción ideal si buscas específicamente juguetes sexuales silenciosos y discretos que puedas llevar libremente a cualquier parte.
Los principiantes con juguetes sexuales han encontrado que Surfer de Smile Makers es un increíble primer juguete sexual gracias a su construcción versátil y sus vibraciones relativamente suaves.
La mayoría de las veces, la suave silicona con la que está cubierto este juguete es muy alabada y una característica cómoda que hace que toda la experiencia sea mucho más agradable.
Es un juguete sexual 100% resistente al agua que puedes utilizar en la ducha o en la bañera.
La silicona suave y lisa también garantiza que no tendrás ningún problema para limpiar este juguete sexual.
Una sola batería puede ofrecerte más de 2 ó 3 horas de diversión continua. Incluso puede llegar a las 4 horas si lo usas en los ajustes más bajos.
Para añadir un plus de discreción, Smile Makers también incluye en la caja una magnífica bolsa de satén para la privacidad.

2 razones para no comprar

El Surfer probablemente no será el juguete sexual ideal si deseas específicamente vibraciones intensas y potentes para alcanzar el orgasmo. Este juguete sexual puede conseguirlo, pero va a ser más lento y menos intenso la mayor parte del tiempo.
El Surfer no es recargable y utiliza una pila AAA para funcionar. Cuando se agote, tendrás que cambiar la pila cada vez.

Conclusión

Los usuarios que nunca han utilizado juguetes sexuales antes están muy satisfechos con la forma en que Surfer fue capaz de hacer su primera experiencia fácil, sin problemas y sin intimidación. Este juguete es fácil de usar y no necesita que un experto lo maneje para ayudarte a alcanzar un gran orgasmo. Todo lo que tienes que hacer es introducirlo en tu clítoris y Surfer se encargará del resto. En general, es un juguete muy bien diseñado para ayudar a los principiantes a llegar fácilmente a ese gran O.